Blog

Ideas que expanden horizontes.

entry

Tenemos todo, menos lo necesario

La sociedad contemporánea se ha especializado en crear ofertas de felicidad, salud o superioridad relativa que cada día son reemplazadas por nuevas ofertas en los mismos rubros en una carrera que no parece tener fin.

Este fenómeno se ha desarrollado de tal manera que no es imaginable ningún fenómeno socio cultural más o menos masivo que no venga acompañado por una oferta de felicidad o de las sensaciones más arriba mencionadas Hoy día es imposible imaginar el arte, la diversión, el entretenimiento y a veces simplemente el ocio sin la presencia de un socio “comercial” que nos da una receta para nuestra felicidad Así, al “objeto ofrecido” (una transmisión de fútbol, de un grupo musical o teatral ) se lo asocia con las características del “objeto promovente” (un auto, una galleta, una cerveza , un desodorante o un celular). Entonces, un concierto es un desodorante que es Cristiano Ronaldo, poder y juventud. Aunque solo quite el mal olor… O una camioneta, velocidad y toma de decisiones. Aunque solo lleve gente de aquí para allá. O un cubito de sopa, felicidad y entendimiento familiar. Aunque sea química con gusto. Un celular es sonrisas es un millón de amigos, sin mostrar las sorpresas de facturación de cada mes. Porque todo y cada cosa debe ser o estar conectado a una sonrisa, a limpieza, a niños rubios, a la amistad y o a la buena alimentación…

Los medios de comunicación, al final, se han transformado en mega simplificadores de la vida y de sus avatares. Y, como creía mi suegra, para muchos: “si lo dice la televisión, es verdad”. Porque aunque no nos demos cuenta, “la televisión” tiene una opinión (un juicio) casi para cada cosa. Así se han transformado, (los medios) en lo que se llama, “formadores de opinión”. Y tengo la sospecha que crecientemente la capacidad de elegir de cada uno de nosotros se ha ido reduciendo a lo que los formadores de opinión nos ofrecen y un par de cosas más. Y hemos llegado a una situación aún más grave que la percibía mi suegra. Ya no es “Si lo dice la televisión es verdad” Ahora es posible que sea, “Si no está en televisión, no existe”. Y la verdad, la mentira, lo posible, lo correcto, lo aceptable y hasta lo deseable para nosotros está en el escritorio de algún creativo de una agencia de publicidad, en algún borrador de una campaña de un producto que está por salir a la venta. Y si es cierto que:

• Nuestros deseos nos conforman como humanos.

• Nuestras fuerzas se alinean para alcanzar los proyectos que diseñamos desde lo más hondo de nuestro corazón.

• El cumplimiento y distinción de las reglas del bien y el mal es algo que nos fue enseñado y que transmitimos a nuestros hijos como uno de nuestros tesoros más valiosos, para nuestro futuro, Me pregunto y le pregunto.

• ¿Quién es el dueño de nuestras decisiones?

• ¿Cuál es la base ultima e inamovible sobre la que conformamos nuestras conductas cuando se han apagado todos los aparatos que nos “asesoran”?

• ¿Con quién hablamos en la obscuridad, bajo las estrellas, cuando todo lo que queda entre nosotros y la acción es nuestra conciencia y nuestro proyecto?

¿Cuando ni el cubo de sopa, ni el desodorante, ni la camioneta, ni la sonrisa nos sacan del apuro ni nos dan la receta? Ni Cristiano Ronaldo, ni Sofía Vergara, ni Messi ni Shakira tienen nada para decirnos porque de hecho, para esas sombras de sombras, cada uno de nosotros, no existe. Porque lo único realmente necesario en esos momentos es decidir: ¿Para qué estamos en el mundo? Y ¿Cómo vamos a hacerlo en el tiempo del que disponemos? Y a para esas preguntas, las únicas que requieren necesariamente una respuesta particular, ningún creativo, en ningún escritorio tiene una respuesta para usted, ni para mi Porque no son necesarias, para él, pero si para usted. Y para mí.

Hasta la próxima

Dejar comentario